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Explorar una gruta, la profesión del espeleólogo
La espeleología requiere que el estudiante desarrolle un amplio conjunto de habilidades científicas
Las simas, las grutas y los ríos y corredores subterráneos son explorados en la actualidad por valerosos espeleólogos, cuyas técnicas y cuyos equipos no bastan para eliminar completamente todos los peligros de caídas, ahogamientos o desprendimientos.
¿Qué hace un espeleólogo?
La espeleología es tanto un nicho de las geociencias como una amplia área de estudio que estudia muchos aspectos de las cuevas. Es mucho lo que podemos aprender de estas curiosas formaciones geológicas, desde cómo se formaron hasta qué especies zoológicas las habitan, pasando por su perfil geológico, examinando cómo se forman las estalagmitas y estalactitas, su hidrología interna (el perfil y los procesos de las masas de agua dentro de las cuevas).
También se interesarán por las cuevas como hábitat de restos paleontológicos y antropológicos.
Las cuevas son a menudo un microcosmos de la ecología de nicho, por lo que quienes tengan un interés profesional en las ciencias biológicas – zoología, botánica, micología, entomología – podrían sentirse atraídos también por la espeleología al examinar las plantas y especies animales autóctonas que crecen y prosperan dentro de un sistema de cuevas.
En los últimos años, los investigadores han descubierto plantas que pueden crecer con niveles de luz muy bajos. La comprensión de estas plantas puede arrojar luz sobre una serie de cuestiones interrelacionadas, como la genética de las plantas.
Las cuevas también son importantes fuentes de depósitos minerales. Los espeleólogos podrían trabajar en la extracción de estos recursos o en el examen de cómo pudieron formarse allí.
Los espeleólogos también pueden trabajar como cartógrafos, elaborando mapas de cuevas de uso recreativo o turístico, ideando la ruta más segura a través de una cueva o ideando formas de garantizar su seguridad.
Trabajan sobre todo en cuevas, pero pasan su tiempo entre oficinas y laboratorios y los sistemas de cuevas que estudian.
¿Dónde encontrar espacios para realizar la espeleología?
En numerosos países del mundo, diversas simas y grutas, acondicionadas e iluminadas reciben a los miles de visitantes que, sin ningún peligro, quieren admirar las maravillas de la vida subterránea: finas y labradas estalactitas y estalagmitas, negros y profundos cursos de agua, rumorosas cascadas e inmensas bóvedas. Sin embargo, los espeleólogos que exploran una vía desconocida se enfrentan con numerosas dificultades.
Al igual que los alpinistas, deben ser prudentes, estar bien entrenados y poseer un material adecuado para la labor que efectúan: vestimentas cálidas, trajes impermeables de submarinista, escafandras autónomas, cascos protectores con iluminación frontal, cuerdas de nylon, escaleras, tornos manuales o de motor, barcas neumáticas, teléfonos, tiendas de campaña y víveres.
Los espeleólogos proceden por etapas e instalan una serie de campamentos subterráneos para proseguir sus exploraciones. A veces son necesarios muchos años y repetidas tentativas para explorar completamente una sima, pues hay que vencer numerosos obstáculos: descensos a lo largo de paredes abruptas y resbaladizas, viajes por aguas tumultuosas, travesías de sifones a nado, exploración de laberintos formados por gran número de galerías anchas o estrechas, etc. Las galerías de Flint Ridge, en Estados Unidos, superan los 100 kilómetros de longitud, y la sima francesa de Pierre Saint Martin bate el récord del mundo de profundidad: 1.180 metros.