Una copa de Té negro ó verde

Una vez terminada la cosecha, las hojas de té se transportanolon la mayor velocidad posible a las fábricas. Allí se efectúa una preparación mediante métodos industriales, clásicos o modernos, que las convierten en té negro fermentado, té verde sin fermentar, té perfumado o té soluble. Finalmente, después de una selección, se realiza el reparto en categorías comerciales. El té negro representa más del 95 por ciento del comercio internacional de té. El té verde se consume principalmente en Extremo Oriente y en Marruecos. Para convertirse en té negro, las hojas son sometidas a un ajamiento que elimina parte del agua que contienen y las suaviza. A continuación, se realiza el enrollado, operación que destruye las membranas de las células internas y acrecienta la calidad del té. Más tarde, se pasa a una fermentación natural que dura tres o cuatro horas. La fermentación oxida los componentes y proporciona a la infusión fuerza y color, además de determinar su aroma y su sabor. 

La desecación es la última de las operaciones a las que se somete el té que se expende en el comercio. El té verde, en primer lugar, se calienta para destruir todos los productos o los gérmenes que podrían favorecer la fermentación; después, es sometido a varios enrollados antes de la desecación final. Los tés perfumados se mezclan con muy pequeñas dosis de flores de bergamota, de jazmín, de rosa o de anís secadas y reducidas a polvo. El té soluble es conocido desde hace largo tiempo. Se presenta en forma de polvo. Se obtiene al recoger el depósito que se forma después de evaporar toda el agua de una infusión. Basta con disolver este té en polvo en agua caliente para obtener una bebida que en nada se diferencia de la infusión que le dio origen. Este procedimiento permite utilizar las hojas rotas o a veces desechadas, pese a sus cualidades, debido a su apariencia poco agradable.