Uso adecuado de los refrigeradores

Los refrigeradores de uso doméstico más extendidos son los aparatos de compresión. Éstos permiten obtener a voluntad temperaturas comprendidas entre 5° y 20° C, totalmente suficientes para las necesidades domésticas. El frío se produce, en un aparato interior, al dilatarse los vapores de un líquido que circula por unas canalizaciones.

El refrigerador es un armario cuyas paredes están reforzadas por una espesa capa de material aislante. Está dividido en dos partes. Una contiene el elemento refrigerante, el evaporador en el que se obtienen los cubitos de hielo y en el que se guardan los alimentos congelados.

En la otra están situados los estantes y los cajones. Un termostato permite mantener una temperatura constante de 3° 0 4° C, suficiente para garantizar la conservación de los alimentos sin que se congelen. 

El conjunto del aparato productor de frío comprende un evaporizador, un compresor, un condensador y un interruptor. Por el interior de estos elementos, en circuito cerrado, circula un producto frigorígeno, que tan pronto está en estado líquido como en estado gaseoso. Este elemento suele ser clorofluorometano, o «freón».

Es un derivado de los hidrocarburos y puede ser utilizado con total seguridad, ya que es ininflamable y de escasa toxicidad. El freón líquido, contenido en un depósito, pasa a través del interruptor y se vaporiza en las canalizaciones del evaporizador.

Su brusca expansión produce frío. Una bomba, accionada por un motor eléctrico, aspira el vapor que se ha formado, lo comprime y lo envía al condensador, donde recupera su forma líquida. El condensador, situado en el exterior, es semejante a un radiador. El freón, calentado por la compresión y la condensación, hace que tome una temperatura de aproximadamente 25° C.

La mejor configuración de los estantes del refrigerador

Los estantes superiores tienen el rango de temperatura más consistente del frigorífico y son ideales para los usos principales de un frigorífico, es decir, mantener los alimentos fríos.

El estante superior (o los estantes – esto dependerá del diseño de su modelo concreto de refrigerador) debe contener alimentos listos para consumir.

Esto incluye la mayoría de los productos lácteos (queso, yogur y leche, por ejemplo), así como las sobras, los alimentos precocinados como la carne o las ensaladas y los condimentos como la mantequilla. Almacenar estos ingredientes en el estante superior ayuda a mantenerlos alejados de los ingredientes crudos que podrían introducir bacterias.

La carne cruda debe almacenarse en el estante inferior. Esto evita que cualquier goteo contamine el resto de los alimentos. Asegúrese de que las proteínas estén envueltas o contenidas individualmente para que tampoco se contaminen entre sí.

Los estantes inferiores son la parte más fría del refrigerador, según Good Housekeeping, por lo que los huevos, los productos lácteos u otros artículos que necesiten mantenerse más fríos también pueden almacenarse aquí.

Uso del cajón inferior

La mayoría de los modelos de refrigeradores tienen cajones en la parte inferior del espacio de almacenamiento, llamados cajones para verduras. Estos cajones son para los productos, como las verduras y las frutas. Están diseñados para mantener parte de la humedad que ayuda a mantener los productos frescos.

Si hay dos cajones, es una buena práctica separar las frutas y las verduras; las frutas producen más etileno, que puede hacer que las verduras maduren más rápido de lo esperado. Todos los productos deben ser lavados antes de ser colocados en los cajones para verduras.

Uso de la puerta del frigorífico

Las puertas son la parte más caliente del refrigerador, por lo que estos estantes deben albergar los artículos más resistentes a las fluctuaciones de temperatura, como los condimentos, los zumos y los ingredientes en escabeche.

Mucha gente guarda los huevos, la mantequilla y los productos lácteos en los estantes de la puerta, pero en realidad es mejor guardar estas cosas en los estantes más altos del interior del frigorífico.

También puede volver a examinar la mejor configuración de los estantes del refrigerador para asegurarse de que mantiene los alimentos lo más fríos posible.

En la parte superior del refrigerador

Nunca almacene nada para el consumo en la parte superior del refrigerador: el calor producido por el refrigerador durante su operación normal de enfriamiento se eleva y arruinará cualquier barra de pan o botella de vino que esté almacenando allí arriba.

Si necesitas utilizar ese espacio, úsalo para los electrodomésticos, las fiambreras vacías o los libros de cocina.

No en la nevera

Algunas cosas se conservan mejor fuera del refrigerador que dentro. Los tomates, por ejemplo, envejecen mal en la nevera y deben guardarse en la encimera o en la despensa.

Los aguacates y algunas frutas pueden dejarse a temperatura ambiente si necesitan madurar.

Los alimentos básicos, como las cebollas, las patatas y las calabazas, se conservan mejor en un lugar fresco y oscuro, como el fondo de la despensa o un estante del garaje.

Artículos como las harinas, las mantequillas de frutos secos y el café pueden almacenarse a temperatura ambiente, pero durarán mucho más si se guardan en el refrigerador.

Pautas de uso del congelador

Cualquier alimento que comience congelado es probable que necesite ser almacenado en el congelador: las verduras congeladas, las comidas preparadas o las carnes pasarán directamente de las bolsas de la compra al congelador.

Las carnes que no vayas a consumir en un par de días puedes congelarlas para prolongar su frescura; descongélalas en una o dos semanas para utilizarlas con la misma facilidad que las frescas.

Asimismo, las sobras de sopa, chile o alimentos de textura similar pueden guardarse en recipientes de plástico en el congelador durante varias semanas. Basta con descongelar y servir.