Patinar sobre hielo

Desde hace mucho tiempo, gracias al patinaje ha podido el hombre, durante el invierno, desplazarse sobre las superficies heladas de los canales holandeses o de los lagos rusos y canadienses. En la actualidad se ha convertido en un deporte que ofrece sus carreras o sus partidos de hockey. También es un arte emparentado con la danza, en el que se realizan figuras airosas y a veces acrobáticas. Los patines para hielo tienen formas diferentes según se empleen para practicar deporte, para desplazarse o para la danza. A los principiantes les es muy difícil mantener el equilibrio sobre su delgada cuchilla, la cual es larga en los patines de carreras y corta en los utilizados para jugar al hockey.

Los patines de danza tienen la punta curvada y recortada en forma de dientes de sierra, para que al patinador le sea más fácil detenerse y ponerse de puntillas en el curso de la ejecución de las figuras artísticas clásicas: ocho, rizo, trompo, etc. Los patinadores artísticos se presentan solos o por parejas en las competiciones nacionales o internacionales. Ejecutan las figuras obligatorias y, a continuación, las figuras libres que han ensayado durante largo tiempo y para las cuales han elegido una música de acompañamiento. En estas competiciones existe un jurado que designa al vencedor. Los patinadores de velocidad de fondo participan en pruebas cuyos trayectos varían entre 500 y 1.000 metros. La pista de hielo es un anillo alargado sobre el cual los corredores alcanzan velocidades que superan el promedio de 35 kilómetros por hora. Para igualar la longitud de los trayectos, los corredores se desplazan bien hacia el interior o bien hacia el exterior de la pista. Protegidos por espinilleras, hombreras y cascos, los jugadores de hockey sobre hielo intentan marcar goles en la portería contraria. Para hacerlo, empujan con su stick un tejo de caucho que se desliza sobre la superficie helada.